Es recomendable limpiar el ex-libris después de cada uso para que el sello perdure más tiempo. Después de marcar tus libros, simplemente toma una hoja y estampa el sello hasta que no quede tinta. No lo laves con agua ni uses disolventes, ya que podrían dañar el grabado. Evita frotarlo contra superficies abrasivas o estropajos.